Se reactiva la comisión de presupuesto y La Libertad Avanza evalúa su poder

La Cámara de Diputados vuelve a reunirse este miércoles para discutir el Presupuesto 2026, un tema que ha cobrado más relevancia después de las recientes elecciones. El gobierno se encuentra en una posición delicada, estudiando si postergar la votación para una sesión extraordinaria, mientras que la oposición presiona para que se trate de inmediato.

En este clima de incertidumbre, la Comisión de Presupuesto y Hacienda tiene su mirada puesta en el año 2026. Por un lado, el oficialismo se muestra ansioso por sacar adelante este proyecto. Por el otro, la oposición intenta definir su estrategia en un contexto que cambia constantemente.

Alberto “Bertie” Benegas Lynch, presidente de la comisión, ha afirmado que el Presupuesto es “una obsesión” del oficialismo. Con su liderazgo, aspiran a que el nuevo Congreso, que surgirá tras las elecciones, apruebe el proyecto. La idea es mostrar avances en las discusiones, pero también es clave ganar espacio para las negociaciones.

El Debate por la Ley Fundamental

El gobierno preferiría que el debate sobre esta “ley de leyes” se posponga hasta después del 10 de diciembre. Esa es la fecha cuando asumirán los nuevos legisladores y se espera que el tablero político cambie. Sin embargo, la oposición ha advertido que este retraso podría generar menos transparencia y un debate más cerrado, lo que podría complicar la visibilidad del proceso.

Originalmente, la idea era emitir un dictamen el 4 de noviembre, lo cual parecía bastante apretado. En la Casa Rosada reconocen que podrían mover el tema hacia sesiones extraordinarias. Esta estrategia les daría más tiempo para manejar el asunto y evitar contratiempos en la Cámara.

Proyecciones del Presupuesto

El Presupuesto 2026 trae consigo proyecciones que invitan a ser optimistas. Se espera una reducción de subsidios, un impulso a la inversión privada y un rol del Estado más limitado en áreas clave. Desde la oposición ya están preparando sus argumentos y exigen que se dé espacio a un debate real, no a un mero trámite acelerado.

En el Congreso, los bloques intermedios observan con atención. La situación es delicada y los votos para aprobar el proyecto no están garantizados. Las negociaciones con las provincias son esenciales, sobre todo considerando el impacto que los recortes tendrán en transferencias y obras públicas.

El regreso de la comisión marca el inicio de una disputa política que promete extenderse durante varias semanas. No se espera un tratamiento fácil; detrás de los números y las cuentas del Presupuesto se encuentra la lucha por el control del nuevo panorama político que se avecina.

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